Restricciones a la etiqueta B, ¿cuándo dejarán de circular?

¿Hasta cuándo podrán circular los coches con etiqueta B y C?

En España, los coches con etiqueta B y C tienen restricciones de circulación debidas a las políticas medioambientales y se espera que la prohibición de circular con la etiqueta B en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) ocurra pronto, aunque no hay una fecha oficial establecida. 

 

Se espera que a partir del año 2035, la Unión Europea prohíba la venta de vehículos con combustibles tradicionales, pero se prevé su desaparición total del mercado de coches nuevos en 2050.

Entre tanto, las restricciones siguen sucediendo y el sistema de etiquetado ya nos indica cuáles van a ser los siguientes vehículos en no poder circular por según qué sitios y por eso, en este artículo te contaremos todo lo que sabemos sobre el futuro que les depara a los coches con etiqueta B y C en nuestro país.

Las restricciones a las etiquetas B y C
Zonas de Bajas Emisiones

Restricciones a la etiqueta B y C

Actualmente, los coches con etiqueta C pueden circular libremente por las Zonas de Bajas Emisiones en España, excepto en la ZBE de especial protección en el centro de Madrid, donde sólo pueden circular pero no estacionar en las Zonas de Estacionamiento Regulado (SER). 

En el resto del territorio nacional, todavía no hay restricciones a este tipo de vehículos, ni de circulación ni de aparcamiento, por lo que pueden circular libremente por los municipios.

Los coches con etiqueta B, que incluyen vehículos matriculados entre enero de 2001 y diciembre de 2005 (con motor de gasolina) y entre enero de 2006 y agosto de 2015 (con motor diésel), todavía no tienen una fecha límite específica para dejar de circular en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). 

Si posees un vehículo con etiqueta B o C, es importante estar al tanto de las restricciones que se avecinan pues, aunque actualmente estos vehículos pueden circular sin restricciones en Madrid, no podrán acceder a las Zonas de Bajas Emisiones de Espacial Protección y Plaza Elíptica, excepto vehículos autorizados. 

Sin embargo, se estima que las limitaciones para estos coches se volverán más estrictas con el tiempo, y se habla de 2028 como un año clave para la aplicación de nuevas restricciones dejando libertad de movimiento únicamente para aquellos coches catalogados como poco contaminantes o no contaminantes, que equipan las etiquetas ECO y CERO.

Debido a los gases de los tubos de escape, las restricciones a etiquetas B serán efectivas muy pronto
Gases contaminantes de los coches

Impacto de las restricciones en los coches sin etiqueta

Los coches sin etiqueta, que son los vehículos más antiguos, ya están sujetos a restricciones de circulación en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de varias ciudades en España. 

Las restricciones en Madrid han sido implementadas a partir de 2024, prohibiendo la entrada de los coches sin etiqueta en todas las calles del municipio a aquellas personas que no estén empadronadas en Madrid. 

Esto significa que estos vehículos no podrán circular ni estacionar en ningún lugar de la ciudad buscando acelerar la transición hacia vehículos más limpios y promover la movilidad sostenible.

Es importante tener en cuenta que los coches sin etiqueta son aquellos vehículos que no cumplen con los estándares de emisiones más recientes pues suelen tener motores más antiguos y en la teoría, menos eficientes, lo que se traduce en una mayor emisión de gases contaminantes.

Aunque en 2025 había previsto que a los residentes también se les aplicara esta normativa, no ha sido así y están exentos de estas medidas. 

El Ayuntamiento de Madrid ha establecido una moratoria de 12 meses para los residentes empadronados en la ciudad que poseen vehículos sin etiqueta. Durante este periodo, que se extiende hasta el 31 de diciembre de 2025, estos residentes podrán circular por todo el término municipal sin ser sancionados, recibiendo únicamente avisos informativos sobre la normativa vigente.

Aún así, existen excepciones de vehículos sin etiqueta que podrán acceder a la ZBE de Madrid:

  • Vehículos históricos que estén registrados.
  • Vehículos para personas con movilidad reducida.
  • Vehículos de emergencias.
  • Vehículos destinados a servicios esenciales como recogida de residuos o mantenimiento urbano.
  • Ciudadanos que han comprado un vehículo de bajas emisiones pero aún no lo han recibido.

¿Qué coches llevan la etiqueta C?

Para obtener la etiqueta C, vehículos de diversas categorías deben cumplir con ciertos criterios medioambientales específicos, marcados por las normativas vigentes y que varían según el tipo de motor y otras características del vehículo, orientados, en teoría, a reducir la contaminación atmosférica y promover una movilidad más sostenible.

Los vehículos de gasolina deben estar matriculados a partir del año 2006 y cumplir con las normativas Euro 4, Euro 5, y Euro 6 mientras que los coches diésel requieren haber sido matriculados a partir de 2014 y deben ajustarse a la normativa Euro 6

Y es que la posesión de la etiqueta C permite a los propietarios de los vehículos circular por las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) sin enfrentar restricciones, alineándose así con las regulaciones ambientales establecidas para combatir la contaminación y mejorar la calidad del aire. 

Restricciones a etiqueta C
Restricciones a etiqueta C

Regulaciones adicionales en las Zonas de Bajas Emisiones

Además de las restricciones de circulación según las etiquetas, las ciudades españolas pueden establecer regulaciones adicionales en sus Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) debido a situaciones de alta contaminación medioambiental y pueden incluir la prohibición de estacionar en las zonas reguladas, la prohibición de circular en ciertos perímetros o incluso la prohibición total de circulación en todo el término municipal.

Las regulaciones adicionales en las ZBE tienen como objetivo reducir aún más las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire en las áreas urbanas. Estas medidas pueden variar según la ciudad y la situación ambiental, ya que cada municipio tiene la autoridad para establecer sus propias normativas.

Prohibición de estacionar en las zonas reguladas

Una de las regulaciones adicionales más comunes en las ZBE es la prohibición de estacionar en las áreas designadas como zonas de bajas emisiones lo cual significa que incluso si un vehículo cumple con las restricciones de circulación según su etiqueta, no podrá estacionar en esas áreas específicas. 

Esta medida evita que los vehículos contaminantes ocupen espacios de estacionamiento en zonas donde se promueve un ambiente más saludable.

Prohibición de circular en ciertos perímetros

En algunos casos, las ciudades también pueden establecer perímetros dentro de las ZBE donde la circulación de vehículos contaminantes esté completamente prohibida y pueden incluir zonas de mayor concentración de tráfico o áreas muy sensibles en términos de calidad del aire.

Esto es algo que hemos podido ver recientemente con las restricciones en Madrid que han establecido que cualquier persona no empadronada en el término municipal, no puede acceder al mismo con un coche sin etiqueta.

Restricciones a etiqueta B
Restricciones a etiqueta B

Prohibición total de circulación en todo el término municipal

En situaciones de alta contaminación medioambiental, algunas ciudades pueden tomar medidas más drásticas y prohibir la circulación de vehículos contaminantes en todo el término municipal buscando garantizar un aire más limpio y reducir al máximo las emisiones perjudiciales para la salud de la población. 

Sin embargo, estas prohibiciones totales suelen ser temporales y se aplican sólo en situaciones de alta emergencia ambiental.

Permisos temporales y excepciones

En algunas ciudades, como Barcelona, es posible obtener permisos temporales para acceder y estacionar un vehículo no autorizado dentro de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). 

Esta medida permite a los conductores con vehículos sin la etiqueta correspondiente utilizar temporalmente la ZBE bajo ciertas condiciones y restricciones.

Además de los permisos temporales, se otorgan excepciones a ciertos tipos de vehículos en las ZBE como a los vehículos de reparto de mercancía, aquellos de personas con movilidad reducida, vehículos de emergencia y vehículos históricos. 

Estos vehículos tienen autorización para circular y estacionar dentro de las ZBE, incluso si no tienen las etiquetas B o C.

Cataluña, la primera comunidad en poner restricciones a la etiqueta B

Cataluña se anticipa al resto de España con medidas pioneras y rigurosas contra la contaminación de todos los vehículos con etiqueta medioambiental B ya que, a partir de 2026, los coches con etiqueta B, incluyendo turismos y furgonetas registrados entre 2001 y 2014, se enfrentarán a una prohibición total en las Zonas de Bajas Emisiones de ciudades con más de 50.000 habitantes como Barcelona y l’Hospitalet de Llobregat. 

Esta restricción afectará a una cifra estimada de más de ocho millones de vehículos en toda España, siendo Cataluña una de las comunidades más afectadas por el volumen de su parque automovilístico

El 3 de enero de 2028 marcará una fecha crucial, ya que se intensificará la prohibición sin excepciones, bloqueando completamente el acceso de estos coches a cualquier Zona de Baja Emisión en Cataluña y es que la implementación de estas normativas requiere que los conductores tomen medidas preventivas para adaptarse a las nuevas regulaciones y evitar futuros inconvenientes.

Coche echando humo por la contaminación
Restricciones a coches con etiqueta B por contaminación

Impacto económico y social de las restricciones

Las restricciones a la circulación de vehículos con etiquetas B y C no solo impactan el medio ambiente, sino que también tienen repercusiones económicas y sociales significativas. A medida que las regulaciones se vuelven más estrictas, se espera que el mercado automovilístico experimente una transformación considerable, lo que afectará tanto a consumidores como a fabricantes y distribuidores de vehículos.

Transformación del mercado automovilístico

Con la implementación de políticas más estrictas, se prevé un aumento en la demanda de vehículos eléctricos y de bajas emisiones. Esta transición hacia una flota vehicular más sostenible puede tener varios efectos en el mercado:

  1. Aumento en la producción de vehículos eléctricos: Los fabricantes de automóviles están aumentando la inversión en la producción de coches eléctricos, lo que podría resultar en una disminución de precios y una mayor accesibilidad para los consumidores.

  2. Reconfiguración del sector automotriz: La necesidad de adaptar la infraestructura de producción y distribución de vehículos eléctricos puede crear oportunidades de empleo en nuevas áreas tecnológicas, aunque podría desplazar algunos puestos de trabajo tradicionales en el sector de combustibles fósiles.

  3. Impacto en el mercado de vehículos de segunda mano: Los coches con etiqueta B y C, al ser restringidos en su circulación, podrían ver una depreciación más rápida de su valor en el mercado de segunda mano, afectando a los propietarios actuales que planean venderlos.

Implicaciones para los consumidores

Para los propietarios de vehículos con etiquetas B y C, estas restricciones representan un desafío económico significativo. Aquí algunos de los aspectos clave:

  1. Necesidad de inversiones en nuevos vehículos: Muchos propietarios tendrán que considerar la compra de vehículos más nuevos y menos contaminantes, lo que supone un gasto considerable.

  2. Beneficios fiscales y subvenciones: Algunos gobiernos locales están implementando programas de incentivos fiscales para facilitar la transición hacia vehículos eléctricos. Esto incluye subsidios directos para la compra de coches nuevos y beneficios fiscales que podrían aliviar el costo para los consumidores.

  3. Opciones de movilidad alternativa: Se espera un aumento en el uso de transportes públicos y servicios de movilidad compartida. Estas alternativas no solo son más sostenibles, sino que también podrían convertirse en opciones más económicas para aquellos que se ven afectados por las restricciones vehiculares.

Etiqueta B y C para circular
Etiqueta B y C para circular

Efectos sociales y ambientales

Las restricciones a los coches con etiquetas B y C también pueden tener efectos positivos a largo plazo en la sociedad y el medio ambiente. Algunas de estas repercusiones incluyen:

  1. Mejora de la calidad del aire: La reducción de vehículos contaminantes en las áreas urbanas contribuirá a una mejor calidad del aire, disminuyendo los niveles de dióxido de carbono y otros contaminantes nocivos.

  2. Reducción del ruido urbano: La disminución de vehículos tradicionales, junto con el aumento de coches eléctricos, podría resultar en una reducción significativa del ruido en las ciudades, mejorando la calidad de vida de sus habitantes.

  3. Promoción de un estilo de vida más saludable: Las restricciones pueden incentivar a más personas a utilizar modos de transporte activos, como caminar o andar en bicicleta, promoviendo un estilo de vida más saludable y sostenible.

Desafíos a enfrentar

A pesar de los beneficios potenciales, la transición hacia un entorno de movilidad más sostenible no está exenta de desafíos. Algunas de las dificultades incluyen:

  1. Desigualdad de acceso: No todos los consumidores podrán hacer la transición fácilmente a vehículos más nuevos y menos contaminantes debido a limitaciones financieras, lo que podría exacerbar las desigualdades económicas. Los vehículos eléctricos, a pesar de la reducción de costes de fabricación, siguen siendo más caros que los coches tradicionales. Esto supone una barrera para consumidores con menor capacidad adquisitiva. Es crucial aumentar los incentivos fiscales y los programas de ayuda para facilitar el acceso a vehículos sostenibles.

  2. Infraestructura de carga insuficiente: La falta de puntos de carga para vehículos eléctricos sigue siendo un problema, especialmente en áreas rurales o menos desarrolladas. Aunque España ha avanzado en la instalación de puntos de carga eléctrica, especialmente en áreas urbanas, aún existe una brecha significativa en las zonas rurales y de difícil acceso. La falta de estaciones de carga rápidas limita la adopción masiva de vehículos eléctricos. Según informes recientes, España necesitará triplicar sus puntos de carga actuales para cumplir con los objetivos de 2030.

  3. Resistencia al cambio: Algunos sectores de la población pueden mostrar resistencia a las nuevas normativas y restricciones debido a preocupaciones económicas o por apego a los vehículos tradicionales.

El futuro de los coches con etiquetas B y C en España está claramente orientado hacia un modelo de movilidad más limpio y sostenible. Aunque esta transición presenta desafíos, también ofrece una oportunidad única para mejorar la calidad del aire y promover un entorno más saludable para todos. Es esencial que tanto el gobierno como el sector privado trabajen juntos para facilitar esta transición, asegurando que sea justa y equitativa para todos los segmentos de la sociedad.