¿Qué son las levas del volante?

¿Qué son las levas del volante del coche?

Las levas del volante son una característica cada vez más común en los vehículos modernos con cambio automático, ofreciendo a los conductores una experiencia de conducción más dinámica y personalizada.

Las levas del volante, también conocidas como paletas de cambio o paddle shifters en inglés, son controles ubicados detrás o junto al volante de un automóvil que permiten al conductor cambiar de marcha de manera manual sin necesidad de usar un embrague tradicional. 

Estas levas están conectadas al sistema de transmisión del vehículo y están diseñadas para simular la sensación de cambio de marcha en un coche de carreras como los que compiten en rallyes.

¿Cómo utilizar las levas?

Las levas del volante son una característica emocionante que ofrece a los conductores un mayor control sobre la transmisión de su vehículo.

Con la práctica y la comprensión adecuadas de su funcionamiento, las levas del volante pueden mejorar significativamente la experiencia de conducción y proporcionar un mayor nivel de diversión y control al volante, para ello hay que tener en cuenta:

Posición de las levas: Las levas del volante suelen estar ubicadas detrás del volante, a la altura de los pulgares del conductor y generalmente, hay dos levas: una para subir de marcha y otra para bajar.

Funcionamiento básico: Para cambiar de marcha hacia arriba, simplemente tira de la leva derecha hacia ti (hacia el volante), para cambiar de marcha hacia abajo, tira de la leva izquierda hacia ti (hacia el volante). 

Es importante tener en cuenta que el funcionamiento puede variar según el fabricante y el modelo del vehículo, por lo que siempre es recomendable consultar el manual del propietario para obtener instrucciones específicas.

Momento adecuado para utilizar las levas: Las levas del volante son ideales para situaciones en las que el conductor desea un mayor control sobre la transmisión, como al conducir en carreteras sinuosas o al adelantar a otros vehículos. 

También pueden ser útiles para aquellos conductores que deseen experimentar una sensación más deportiva al conducir.

Modo automático vs. modo manual: Algunos vehículos equipados con levas del volante ofrecen la opción de cambiar entre un modo automático y un modo manual. 

En el modo automático, la transmisión cambia de marcha de manera automática según las condiciones de conducción y en el modo manual, el conductor tiene control total sobre el cambio de marchas utilizando las levas del volante.

Ventajas de las levas del volante

Algunas de las levas del volante son las siguientes:

• Mayor control: Permiten al conductor ajustar las marchas según las condiciones de la carretera, optimizando la conducción en situaciones específicas como adelantamientos o descensos pronunciados.
• Conducción deportiva: Brindan una experiencia más emocionante al volante, similar a la de un coche de carreras.
• Mayor seguridad: En descensos, el uso de las levas ayuda a reducir la velocidad mediante el freno motor, disminuyendo la dependencia de los frenos tradicionales.
• Comodidad: No es necesario soltar el volante para cambiar de marcha, lo que mejora la seguridad y la facilidad de uso.

Limitaciones de las levas del volante

Existen algunas limitaciones de las levas del volante. Algunos ejemplos son:

• Curva de aprendizaje: Puede llevar tiempo acostumbrarse a su funcionamiento, especialmente para conductores nuevos en este sistema.
• Menor control que un cambio manual: Aunque ofrecen mayor control que el modo automático, no igualan la precisión de un cambio manual completo.
• Dependencia del diseño: El tamaño, ubicación y funcionalidad de las levas varían según el fabricante, lo que puede influir en la comodidad del usuario.

Errores comunes al usar las levas 

Además, podemos encontrar errores comunes al usar las levas:

• Mantenerse en una marcha incorrecta: Quedarse en una marcha demasiado baja durante mucho tiempo puede aumentar el desgaste del motor y el consumo de combustible.
• No considerar la velocidad: Intentar cambiar a una marcha más baja a alta velocidad puede resultar en una experiencia brusca, especialmente en vehículos más antiguos o con sistemas menos avanzados.