¿Qué es el catalizador?

¿Qué es el catalizador del coche?

El catalizador es una pieza clave del sistema de escape del vehículo, introducida en los años setenta como respuesta al aumento de la contaminación ambiental. Su función principal es reducir los gases nocivos emitidos por el motor, transformándolos en compuestos menos perjudiciales antes de ser expulsados por el tubo de escape.

El catalizador se encuentra ubicado entre el motor y el silenciador del coche y está construido generalmente de un material cerámico o metálico recubierto con metales como platino, paladio y rodio. 

Estos metales actúan como catalizadores, facilitando así las reacciones químicas que transforman los gases contaminantes en sustancias menos perjudiciales.


¿Cómo funciona el catalizador?

La función principal del catalizador es minimizar el impacto ambiental de los gases expulsados por los vehículos, y esto lo consigue convirtiendo los gases peligrosos producidos en la combustión interna del motor, como el monóxido de carbono (CO), los óxidos de nitrógeno (NOx) y los hidrocarburos no quemados, en gases menos dañinos como dióxido de carbono (CO2), nitrógeno (N2) y agua (H2O). 

El funcionamiento del catalizador se basa en la reacción química que ocurre en su interior, donde los gases pasan a través del recubrimiento de metales mencionados anteriormente. 

 

Mecánico con un catalizador
El catalizador del coche

 

El calor del escape activa estas reacciones químicas en tres fases principales:

  • Reducción de los óxidos de nitrógeno (NOx): se descomponen en nitrógeno (N₂) y oxígeno (O₂).
  • Oxidación del monóxido de carbono (CO): se convierte en dióxido de carbono (CO₂).
  • Oxidación de hidrocarburos no quemados: se transforman en dióxido de carbono (CO₂) y agua (H₂O).

El correcto funcionamiento del catalizador es vital no solo para la protección del medio ambiente sino también para el rendimiento del vehículo ya que un catalizador obstruido o defectuoso puede resultar en una disminución del rendimiento del motor y un aumento en el consumo de combustible, así como en la emisión de una mayor cantidad de gases nocivos.

El correcto funcionamiento del catalizador es vital no solo para la protección del medio ambiente sino también para el rendimiento del vehículo ya que un catalizador obstruido o defectuoso puede resultar en una disminución del rendimiento del motor y un aumento en el consumo de combustible, así como en la emisión de una mayor cantidad de gases nocivos.

Por ello, es crucial realizar revisiones periódicas del sistema de escape y mantener en buen estado el catalizador para asegurar un funcionamiento óptimo del vehículo y una menor emisión de contaminantes.

 

Un mecánico de coches en un taller mirando piezas como el catalizador
Funcionamiento del catalizador


En los últimos años, la evolución tecnológica del catalizador ha ido de la mano del endurecimiento de las normativas europeas sobre emisiones. Normativas como la Euro 6d y la inminente Euro 7, prevista para entrar en vigor en 2025. Estas nuevas regulaciones obligan a los vehículos a reducir las emisiones incluso en condiciones de arranque en frío, por lo que muchos modelos modernos ya incluyen catalizadores de calentamiento rápido situados cerca del motor para garantizar su eficacia desde los primeros segundos de uso.

Además, los coches diésel más actuales incorporan catalizadores SCR (reducción catalítica selectiva), un sistema avanzado que utiliza un aditivo denominado AdBlue (compuesto de urea) para reducir de forma significativa los óxidos de nitrógeno (NOx). Este sistema transforma los gases contaminantes en nitrógeno y vapor de agua, logrando así una reducción considerable en las emisiones.

Por todo ello, es más importante que nunca realizar revisiones periódicas del sistema de escape, ya que un catalizador en mal estado no solo compromete el rendimiento del vehículo, sino que también puede hacer que el coche no supere la ITV y que emita una mayor cantidad de gases contaminantes de lo permitido.