Ford RS200: toda su historia y su ¿posible futuro?

Ford RS200, de los rallyes a la calle

El Ford RS200 es uno de esos coches que dejaron una huella imborrable en la historia del automovilismo, especialmente en el mundo de los rallyes ya que se diseñó originalmente para competir en el Grupo B del Campeonato Mundial de Rally. 

Se trata de una verdadera joya para los aficionados del motor y coleccionistas debido al número tan pequeño de unidades que se fabricaron y las pocas que quedan rodando todavía que, cuando salen a la venta, alcanzan precios astronómicos.

Inicios del Ford RS200

El Ford RS200 tiene sus raíces en una era de innovación y riesgo en el mundo de los rallyes, específicamente en la década de 1980 cuando el Campeonato Mundial de Rally (WRC) experimentaba un auge en popularidad gracias al Grupo B, una categoría que permitía a los fabricantes crear coches con pocas restricciones técnicas, resultando en vehículos increíblemente potentes y rápidos. El RS2000 fue el sucesor del Ford Capri, un modelo que, en los años 60, era de los primeros deportivos de la época.

La necesidad de Ford de competir en el Grupo B surgió de su deseo de recuperar su prestigio en los rallyes después de varios años de éxitos mixtos con modelos anteriores como el Escort y, para lograrlo, la marca decidió desarrollar un coche completamente nuevo, diseñado desde cero para ser competitivo en esta categoría. 

El proyecto del RS200 comenzó en 1983, liderado por el ingeniero John Wheeler, un ex diseñador de Fórmula 1 y todo el proceso de desarrollo fue una colaboración entre varios actores clave en la industria de la automoción como la empresa italiana Ghia para el diseño de la carrocería o Reliant para la fabricación de la misma, utilizando fibra de vidrio para mantener el peso bajo.

Homologación y producción del Ford RS200

Para competir en el Grupo B, la FIA (Fédération Internationale de l’Automobile) requería que los fabricantes produjeran al menos 200 unidades de la versión de calle del coche de competición para de esta forma asegurar que los coches de rally estuvieran basados en modelos accesibles al público – aunque en la práctica, estos vehículos de homologación eran frecuentemente versiones muy limitadas y caras -.

Ford cumplió con este requisito fabricando exactamente 200 unidades del RS200 de calle, además de algunas unidades adicionales para pruebas y desarrollo. Cada uno de estos coches de calle era esencialmente un coche de rally atenuado, conservando muchas de las características de alto rendimiento de sus contrapartes de competición. 

Los compradores de un RS200 de calle obtenían un vehículo con un motor de alrededor de 250 CV junto a un peso de 1.180 kg, tracción a las cuatro ruedas y un cambio manual de 5 velocidades.

Características y diseño del Ford RS200

El diseño del Ford RS200 fue radical para su tiempo ya que a diferencia de muchos coches de rally que se basaban en modelos de producción modificados, el RS200 fue diseñado específicamente para la competición desde el principio, lo cual permitió a los ingenieros de Ford crear un coche que optimizara todos los aspectos del rendimiento y el manejo.

El chasis del RS200 era un monocasco de fibra de vidrio, reforzado con un bastidor tubular de acero que le proporcionaba rigidez estructural y contribuía a mantener el peso del coche a un mínimo, algo crucial para el rendimiento en rallyes. 

El motor, un cuatro cilindros turboalimentado de 1.8 litros, estaba montado en posición central, lo que mejoraba significativamente la distribución del peso y, por ende, la manejabilidad del vehículo.

Prestaciones del Ford RS200 en competición

El Ford RS200 debutó en el Campeonato Mundial de Rally en 1986, pero su carrera en competición fue breve debido a la suspensión del Grupo B ese mismo año. 

Diseñado para enfrentar los exigentes y peligrosos tramos del Grupo B, el RS200 estaba equipado con un motor de 1.8 litros turboalimentado y tracción a las cuatro ruedas, generando en esta variante de competición, hasta 450 CV que, junto a su estructura ligera y chasis avanzado le permitían una maniobrabilidad excepcional y un rendimiento sobresaliente en terrenos difíciles. 

A pesar de su potencial, el RS200 sólo compitió en unos pocos rallyes antes de que los numerosos accidentes fatales en el Grupo B, incluido un trágico incidente en el Rally de Portugal, llevaran a la FIA a cancelar la categoría.

Valor en subastas

Originalmente, el Ford RS200 se vendía por alrededor de 50.000 libras en la década de 1980 y debido a su rareza y su estatus icónico, su valor ha aumentado significativamente con el tiempo alcanzando precios de entre 200.000 y 500.000 euros, dependiendo de su estado de conservación y especificaciones. 

Las versiones de competición, especialmente las que tienen un historial en el Grupo B, tienden a alcanzar cifras aún más altas, reflejando su importancia histórica y la demanda entre los coleccionistas de coches clásicos.

Ford registra de nuevo la marca RS200: ¿un posible regreso?

En marzo de 2024, Ford ha vuelto a registrar la denominación «RS200» en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), generando una ola de especulaciones y entusiasmo entre los aficionados del motor ya que con este movimiento se han desatado los rumores sobre las posibles intenciones de la marca con este icónico nombre.

El registro de un nombre histórico como el RS200 puede tener varias interpretaciones: desde la posibilidad de que Ford esté protegiendo la marca para evitar que otras empresas la utilicen, especialmente en un momento en que los coches chinos están entrando con fuerza en el mercado europeo; hasta la hipótesis de que Ford podría estar planeando un nuevo modelo que lleve el nombre RS200 que podría tratarse de un nuevo coche deportivo, o incluso una versión moderna y eléctrica del RS200 original​​.

Independientemente de las intenciones finales de Ford, el registro del nombre RS200 ha captado la atención de la comunidad automovilística y ha despertado una mezcla de esperanza y nostalgia ya que la posibilidad de ver un nuevo RS200, aunque sea en forma de un vehículo eléctrico, mantiene viva la leyenda de uno de los coches más icónicos de la historia del rally​.