Quickshifter: qué es, cómo funciona y por qué cada vez más coches lo incorporan

¿Qué es el quickshifter?

El término quickshifter suena cada vez con más fuerza en el mundo del motor, pero no todos los conductores saben exactamente qué es o para qué sirve. Aunque su origen está ligado a las motos deportivas, hoy en día este sistema también se abre paso en coches de altas prestaciones, ofreciendo cambios de marcha ultrarrápidos y una experiencia de conducción más precisa y emocionante.

Cambios Lamborghini quickshifter
Los cambios quickshifter empezaron en las motos deportivas y poco a poco se está implementando en coches deportivos.

¿Qué es un quickshifter y cómo funciona?

El quickshifter es un sistema que permite cambiar de marcha sin necesidad de usar el embrague ni levantar el pie del acelerador, algo que hasta hace unos años parecía reservado al mundo de la competición. Su objetivo es claro: acortar el tiempo entre marchas y mantener la máxima aceleración sin interrupciones.

En términos técnicos, el quickshifter actúa interrumpiendo brevemente la inyección de combustible o el encendido en el momento del cambio de marcha. Esa interrupción, que dura apenas unas milésimas de segundo, elimina la necesidad de cerrar el acelerador, facilitando un cambio limpio, rápido y sin esfuerzo.

Este sistema nació en el entorno de las motos deportivas, donde cada milésima cuenta, pero su evolución ha permitido que algunos coches deportivos y de competición lo incorporen como parte de sus transmisiones automáticas o semiautomáticas.

Quickshifter en coches: una tecnología que llega desde el circuito

Aunque más conocido en el mundo de las dos ruedas, el quickshifter en coches empieza a hacerse un hueco en modelos con orientación deportiva o de competición. Fabricantes como BMW, Porsche o Ferrari lo integran en sus cajas de cambio de doble embrague (DCT) o secuenciales, ofreciendo cambios instantáneos sin pérdida de tracción ni potencia.

En los coches, el quickshifter suele estar vinculado a las levas del volante o a un selector secuencial, lo que permite al conductor pasar de una marcha a otra con un simple toque. De esta forma, el sistema garantiza una transición suave y continua, manteniendo el motor en el rango óptimo de revoluciones.

¿Dónde se puede encontrar actualmente?

Modelos como el BMW M2, Audi TT RS, Porsche 911 Carrera o incluso algunos GTI de Volkswagen ya emplean sistemas que funcionan de manera similar a un quickshifter, integrados dentro de sus transmisiones automáticas deportivas. También se pueden encontrar en coches de rally y circuitos, donde cada cambio de marcha cuenta para mejorar el tiempo por vuelta.

Cambios BMW Serie M quickshifter
Las primeras marcas en implementar este sistema fueron BMW, Porsche y Ferrari.

Ventajas del quickshifter en coches

Adoptar un quickshifter en un coche no solo mejora el rendimiento, sino también la sensación de conducción. Estas son algunas de sus ventajas principales:

1. Cambios de marcha más rápidos y precisos

El quickshifter reduce el tiempo entre marchas hasta en un 30% respecto a una caja manual, lo que mejora la aceleración y la respuesta del vehículo.

2. Menor desgaste del embrague

Al automatizar parcialmente el proceso de cambio, el sistema minimiza el uso del embrague, prolongando su vida útil y reduciendo el mantenimiento.

3. Conducción más deportiva

La sensación al volante es más fluida y dinámica, especialmente en carreteras de montaña o en conducción deportiva, donde el ritmo de los cambios de marcha influye directamente en el rendimiento.

4. Mayor eficiencia energética

Al mantener las revoluciones más estables y optimizar la entrega de potencia, el quickshifter puede contribuir a un ligero ahorro de combustible, especialmente en conducción exigente.

Quickshifter en motos: el origen de esta tecnología

No se puede ignorar que el quickshifter nació en el mundo de las motos deportivas. Marcas como Kawasaki, con su quickshifter Z900, o Yamaha y Honda, popularizaron este sistema en sus modelos de alto rendimiento. Además, el blipper moto —una función que permite reducir marchas sin usar el embrague— complementa perfectamente el quickshifter, ofreciendo una conducción aún más fluida.

Este tipo de tecnología demostró su eficacia en competición y, con el tiempo, dio el salto al automóvil, evolucionando hacia sistemas más complejos y electrónicos.

¿Es posible instalar un quickshifter en un coche?

Sí, aunque no todos los vehículos son compatibles. En general, los quickshifters se instalan en coches con transmisiones secuenciales o electrónicas, ya que requieren sensores y controladores capaces de sincronizar el corte de encendido o inyección con el cambio de marcha.

Existen kits aftermarket desarrollados por marcas especializadas, pero su instalación debe realizarse por profesionales cualificados, ya que implica modificar componentes electrónicos del vehículo. Por eso, si te interesa esta mejora, es importante asesorarte antes en un taller especializado.

Cambios quickshifter Audi RS
Este sistema permite aumentar el cambio sin necesidad de incluir el embrague.

Preguntas frecuentes sobre el quickshifter

¿Qué diferencia hay entre un quickshifter y una caja automática?

La principal diferencia es que el quickshifter mantiene el control manual de las marchas, pero facilita el cambio sin embrague ni corte de aceleración. En cambio, una caja automática realiza los cambios de forma totalmente autónoma.

¿El quickshifter daña la caja de cambios?

No, siempre que esté bien instalado y calibrado. De hecho, reduce el desgaste del embrague y de los sincronizadores al realizar cambios más suaves y rápidos.

¿Puedo usar un quickshifter en un coche de calle?

Sí, aunque su mayor utilidad se aprecia en coches deportivos o preparados para circuito. En vehículos convencionales su instalación no suele ser rentable ni necesaria.

¿Qué coches traen quickshifter de serie?

Modelos como el BMW M2 CS, el Porsche 718 Cayman GT4 o el Audi RS3 cuentan con sistemas de cambio que integran funciones similares, combinando rapidez, precisión y control total.