¿Qué son los vástagos del motor?

¿Qué son los vástagos?

Los vástagos en un coche son componentes cruciales dentro del sistema de suspensión y dirección, desempeñando un papel vital en la seguridad y comodidad de la conducción; pero también se encuentran en el motor, ligados a las válvulas. 

Aunque este término puede no ser familiar para todos, su función es esencial para mantener el correcto funcionamiento del vehículo.

¿Qué son los vástagos?

Los vástagos son barras o ejes que forman parte de varios componentes mecánicos del coche, como los amortiguadores y las válvulas del motor, en el caso de la suspensión, el vástago es la parte del amortiguador que se desplaza hacia adentro y hacia afuera del cuerpo, permitiendo absorber los impactos de la carretera

En el caso del motor, los vástagos de las válvulas juegan un papel crucial en la apertura y cierre de las válvulas para permitir la entrada y salida de aire y combustible en los cilindros.

En la suspensión, los vástagos son responsables de garantizar una conducción suave, absorbiendo y amortiguando las irregularidades del terreno para aumentar el confort de los ocupantes y asegurar que las ruedas mantengan un contacto constante con la carretera, mejorando la tracción y la estabilidad del vehículo.

En el motor, los vástagos de las válvulas aseguran que el proceso de combustión se realice de manera eficiente, abriendo y cerrando las válvulas en momentos precisos para maximizar la potencia del motor y minimizar el consumo de combustible.

Los vástagos se sitúan en la suspensión y en el motor
Los vástagos de la suspensión y el motor

Importancia de los vástagos

La importancia de los vástagos radica en su contribución a la seguridad y eficiencia del vehículo pues, un sistema de suspensión en buen estado, con vástagos funcionando correctamente, garantiza una mejor respuesta del coche ante situaciones de emergencia, como frenados bruscos o maniobras evasivas, reduciendo el riesgo de accidentes

El desgaste o la rotura de los vástagos puede tener consecuencias significativas para el vehículo. 

En el sistema de suspensión, esto puede traducirse en una conducción más áspera y menos controlada, afectando negativamente la comodidad y la seguridad y los ocupantes pueden experimentar vibraciones excesivas y un manejo menos preciso, especialmente a altas velocidades o en carreteras en mal estado.

Si existe un desgaste de los vástagos de las válvulas puede resultar en una pérdida de eficiencia en el proceso de combustión, lo que se refleja en una reducción del rendimiento del motor, aumento del consumo de combustible y, potencialmente, en la emisión de gases contaminantes por encima de los límites permitidos.

Es por eso que, mantener en buen estado los vástagos del vehículo es fundamental para asegurar la seguridad, el rendimiento y la eficiencia del coche por lo que realizar revisiones periódicas y atender cualquier señal de desgaste o daño de manera oportuna puede prevenir problemas mayores, asegurando así una experiencia de conducción segura y placentera.

Los vástagos de la suspensión
Los vástagos de la suspensión

Diagnóstico y mantenimiento de los vástagos

Los vástagos, al ser componentes sometidos a grandes esfuerzos mecánicos, pueden sufrir desgaste o daños con el tiempo. Identificar los signos de desgaste temprano es fundamental para evitar problemas graves en el sistema de suspensión o en el motor. Entre los síntomas más comunes se incluyen:

  • En el sistema de suspensión: Vibraciones excesivas, ruidos anormales al pasar por baches, disminución de la estabilidad en curvas o frenado, y un manejo más impreciso.
  • En el motor: Pérdida de potencia, aumento del consumo de combustible, emisiones de gases excesivas y ruidos metálicos en el tren de válvulas.

El mantenimiento adecuado de los vástagos incluye:

  1. Inspecciones regulares: Durante las revisiones del coche, se debe comprobar el estado de los vástagos de los amortiguadores y de las válvulas del motor para identificar posibles fisuras, desgastes o corrosión.
  2. Lubricación adecuada: En el caso de los vástagos de las válvulas, asegurarse de que los sellos estén en buen estado y que el sistema de lubricación del motor funcione correctamente para evitar fricción excesiva.
  3. Reemplazo oportuno: Si se detecta desgaste significativo o daños, es importante reemplazar los vástagos o los componentes asociados (como amortiguadores completos o guías de válvulas) para evitar problemas mayores.

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