En el año 1965 nació el Ford Mustang y desde entonces se ha convertido en uno de los modelos más vendidos de la marca, ya que se comercializa por todo el mundo.
Sin embargo, Lee Iacocca, el entonces director general de la división Ford, veía que, aunque el Mustang se vendía muy bien, por su imagen no entraba dentro del programa de Marketing de la división de alto rendimiento de Ford.
Fue entonces cuando Iacocca, después de ver el éxito del Shelby Cobra, contactó con Carroll Shelby para que diera al Mustang una imagen más deportiva y el resultado fue el Shelby GT350.
No fue hasta el año 1967 que se creó el Shelby GT500 cuando Fordagrandó el modelo base para que cupiera un gran bloque motor V8.
Primera generación del Shelby GT500
La primera generación de Shelby GT500 llegó con un motor V8 de 7 litros de 428 pulgadas cúbicas y 355 CV de potencia.
Adicionalmente, contaba con una jaula antivuelco para seguridad, discos de freno delanteros, amortiguadores y muelles más rígidos para mejorar la suspensión; y la gran mayoría de piezas de la carrocería hechas en fibra de vidrio.
Además había planes de crear una versión descapotable del modelo, pero debido a problemas con los suministros, con la producción y problemas financieros que empezaron desde la llegada del primer Shelby al concesionario de Los Ángeles en septiembre de ese mismo año.
Shelby GT500 de 1967
Shelby GT500 de 1968
A mediados de 1968, esta primera generación se actualizó con una nueva motorización de 428 pulgadas conocida como Cobra Jet y con la nueva denominación: Cobra GT500 KR, cuya siglas significan King of the Road o Rey de la Carretera.
El motor Cobra Jet de 428 pulgadas cúbicas fue diseñado específicamente para carreras de aceleración, un mercado que estaba en pleno auge en la década de los 60. Con una potencia no declarada oficialmente que superaba los 400 CV, este motor convirtió al Shelby GT500 en un vehículo excepcional no solo en diseño, sino también en rendimiento, consolidándose como una referencia entre los muscle cars de alto rendimiento.
Shelby GT500 de 1968
Shelby GT500 de 1969
Un año más tarde, en 1969, se presentó la nueva actualización con unos grandes cambios en la estética del coche pero con el mismo motor que el Shelby de 1969. El nombre volvió a ser “Shelby GT500” y la longitud aumentó en 100 milímetros y en algunos acabados, hasta 250 milímetros.
Sin embargo, Carroll Shelby decidió finalizar su acuerdo con Ford en verano de 1969, por lo que la versión de 1970, no se fabricó como tal, sino que aquellos Shelby GT500 que se quedaron sin vender en el año anterior, cambiaron su número de bastidor bajo supervisión del FBI.
En 1969, el Shelby GT500 se consolidó como un referente del rendimiento y diseño entre los muscle cars de su época. Las actualizaciones no solo fueron estéticas, sino también funcionales. Componentes como el capó y los paneles traseros estaban fabricados en fibra de vidrio para reducir el peso, lo que mejoraba la aceleración y el manejo. Este modelo no solo capturaba miradas, sino que también destacaba en las carreras de aceleración, un nicho en auge en la década de los 60, gracias al potente motor Cobra Jet de 428 pulgadas cúbicas. Estas características permitieron al Shelby GT500 posicionarse como uno de los vehículos más potentes y deseados del mercado.
Shelby GT500 de 1969
Segunda generación del Shelby GT500
Debido a la separación entre Ford y Carroll Shelby, no se volvió a fabricar ningún Shelby hasta más de 30 años después, cuando en el año 2005, debido a la alta demanda, se reanudó el acuerdo entre ambas partes y se anunció un nuevo Shelby GT500 con la quinta generación del Mustang. Este reencuentro marcó el inicio de una nueva era para el modelo, integrando modernas actualizaciones en diseño y rendimiento.
El Shelby GT500 de esta generación se distingue por mejoras significativas sobre el Mustang base. Se le dotó de una suspensión mejorada, más firme y ajustada para un manejo deportivo superior. También se actualizaron el interior y el exterior, otorgando al vehículo un aspecto más agresivo y moderno, acorde con las tendencias automotrices del momento.
El motor de esta variante fue un salto significativo en cuanto a potencia y rendimiento. Equipado con un V8 sobrealimentado de 5.4 litros, el Shelby GT500 del 2005 entregaba 500 CV, transmitidos a través de una transmisión manual de 6 velocidades. Este propulsor no solo garantizaba un desempeño excepcional en velocidad, sino también una respuesta ágil en carretera, lo que lo convertía en un competidor formidable en el segmento de superdeportivos.
Estéticamente, el exterior se benefició de un rediseño que incluía una variedad de opciones de colores y diseños de franjas que contrastaban con el color base del vehículo. Las modificaciones específicas incluían paragolpes exclusivos de esta versión y llantas de 18 pulgadas diseñadas para complementar su presencia dominante en la carretera. La versión descapotable se ofreció junto a la coupé, proporcionando una opción adicional para los entusiastas que preferían la experiencia de conducción al aire libre.
Durante el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York en 2007, se presentó el Shelby GT500KR,una versión aún más potente con 540 CV. Esta edición limitada, conocida como «King of the Road», solo vio la fabricación de 1.712 unidades, lo que aumentó su exclusividad y atractivo. Además, para aquellos que deseaban aún más poder, estaba disponible el paquete Super Snake en la planta de preparaciones de Carroll Shelby en Las Vegas, que elevaba la potencia hasta los 650 CV mediante un kit de modificación.
Este Shelby GT500 no solo reafirmó la alianza histórica entre Carroll Shelby y Ford, sino que también solidificó el legado del modelo como un ícono en el mundo de los automóviles de alto rendimiento. Con cada nueva iteración, Shelby ha continuado superando los límites de lo que los entusiastas esperan de un muscle car, combinando a la perfección el estilo clásico con la innovación moderna.
Puedes copiar y pegar este texto ampliado en tu artículo justo después de la descripción de la primera generación del Shelby GT500 para continuar con la narrativa de la evolución del modelo a través de las décadas.
Shelby GT500 de 2008
Esta versión contaba con varias piezas hechas de fibra de carbono como el capó,el lip delantero o los espejos retrovisores; y tomas de aire funcionales en el capó para refrigerar el motor y en el paragolpes delantero para los frenos.
Además, si los 540 CV de esta versión KR no eran suficientes, se podía mandar el Shelby GT500 a la planta especial de preparaciones de Carroll Shelby en Las Vegas para el kit Super Snake, por el cual con casi 30.000 $ instalaban un kit que subía la potencia hasta los 650 CV.
Shelby GT500 de 2010
Junto a la renovación del Mustang básico, Shelby hizo lo propio con el GT500. En este caso incluía nuevo diseño frontal y trasero, un capó con tomas de aire funcionales, un alerón en la parte trasera que incluía un pequeño lip extendible y 45 kilos menos en su conjunto.
Con el añadido de nuevos colores para el exterior, estaba la posibilidad de extender las franjas de la carrocería, a los asientos.
La motorización era un V8 de 540 CV de 5.4 litros, con las tomas de aire para su refrigeración similares a las del Shelby GT500 en su versión KR; y un sensor en el motor en caso de usar gasolina de bajo octanaje.
Shelby GT500 de 2010
Shelby GT500 de 2013
La siguiente gran actualización se presentó en el Salón del Automóvil de Los Ángeles en el 2011 y un año más tarde, durante el Salón del Automóvil de Chicago, se anunció oficialmente una variante descapotable del Shelby GT500.
Ambas versiones comenzaron su producción y venta en el año 2013.
En este caso el motor era un V8 de 5.8 litros, 662 CV de potencia y una velocidad máxima de 325 kilómetros por hora.
En el exterior, la estética se vió ligeramente modificada, con un nuevo paragolpes frontal con faros HID y una parte trasera renovada con pilotos LED. Este Shelby GT500 carecía de calandra frontal debido a la gran cantidad de refrigeración que requería su motor.
Shelby GT500 de 2013
Shelby GT500 de 2020
Durante el año 2015 se presentó la sexta generación del Mustang y con ella el Shelby GT350. Sin embargo, no fue hasta 5 años más tarde que pudimos ver la variante más radical de la marca, el Shelby GT500.
Debido a las cada vez más rigurosas leyes anticontaminación, el Shelby GT500 del año 2020 no se vendió de forma oficial en Europa ya que no cumplía las normas medioambientales, sin embargo, varias unidades importadas de Estados Unidos han llegado al continente.
Se presentó en el Salón del Automóvil de Detroit en el año 2019 y llegó al mercado un año más tarde con un motor V8 de 5.2 litros apoyado por un supercargador de 2.65 litros, con una potencia final de 760 CV directos a las ruedas traseras.
Esta vez, el motor está unido a una caja de cambios automática de 7 velocidades, sin posibilidad de elegir una caja manual como opcional. El diseño del Shelby GT500 de 2020 no solo se enfocó en la potencia, sino también en la aerodinámica y el rendimiento en pista. Componentes como el splitter delantero ajustable y el alerón trasero de fibrade carbono generaban una carga aerodinámica considerable, asegurando estabilidad a altas velocidades. Estas características hicieron que el modelo destacara en pruebas de pista, posicionándose como uno de los muscle cars más rápidos de su generación.
Shelby GT500 de 2020
El futuro del Shelby GT500
En el año 2022 se presentó la última generación del Ford Mustang hasta el momento y mantiene el mítico motor V8, sin opciones de hibridación o electrificación.
Debido a su reciente llegada, para ver el Shelby GT500 tendremos que esperar unos años, pero lo que sabemos seguro es que seguirá con un gran motor bajo el capó y que, debido a esta decisión, no llegará jamás a Europa y su mercado será el resto del mundo.
A medida que avanzamos hacia una era más consciente del medio ambiente y tecnológicamente avanzada, el futuro del Shelby GT500 presenta tanto oportunidades como desafíos. La industria automotriz está en constante evolución, y con ella, las icónicas marcas como Ford deben adaptarse a las nuevas demandas y expectativas del mercado. Aquí exploramos algunos de los posibles caminos que el Shelby GT500 podría tomar en los próximos años, considerando las tendencias actuales y futuras en automoción.
Aunque el Shelby GT500 de 2022 mantiene su potente motor V8, sin señales de hibridación o electrificación, Ford podría necesitar reconsiderar esta postura para cumplir con las regulaciones medioambientales globales más estrictas. Los fabricantes de automóviles están siendo presionados para reducir las emisiones de carbono, lo que podría significar que futuras versiones del GT500 incorporarán tecnologías híbridas o completamente eléctricas. Esto no solo ayudaría a Ford a cumplir con las regulaciones, sino que también podría abrir el mercado europeo y otros mercados estrictos en términos de emisiones para el modelo.
El Shelby GT500 ha sido una figura emblemática en la historia del automovilismo, y su futuro es sin duda emocionante. Aunque enfrenta desafíos significativos debido a cambios en las regulaciones y expectativas del mercado, su evolución continuará inspirando a los entusiastas del automovilismo en todo el mundo. Con su impresionante legado y la continua innovación de Ford, el Shelby GT500 está preparado para cruzar nuevos horizontes, redefiniendo lo que significa ser un vehículo de alto rendimiento en el siglo XXI.