Japón siempre ha sido un referente en el mundo de la automoción, los fabricantes no sólo han creado coches míticos por sus diseños o mecánicas únicas, sino que también han aplicado tecnologías a sus modelos adelantadas a su época.
Por ello hemos decidido realizar un artículo dedicado exclusivamente a los mejores deportivos japoneses de la historia.
Los mejores deportivos japoneses: Nissan GT-R
Los deportivos Nissan encabezan esta lista. Y no porque el resto de deportivos japoneses sean inferiores, sino porque es una de las marcas que más coches de este tipo ha fabricado a lo largo de su trayectoria.
Uno de los más emblemáticos es el Nissan GT-R. Su historia se remonta a 1969 con el Nissan Skyline 2000 GT-R, también conocido como “Hakosuka”. El mercado del Nissan GT-R era único y exclusivamente japonés hasta 1991, año en el que se empezaron a vender unidades en Hong Kong, Singapur, Australia y Nueva Zelanda.
Algunos de estos modelos implementaron características únicas con una tecnología adelantada a su época:
En el año 1986 algunos modelos de Nissan GT-R incorporaban el control de dirección de las cuatro ruedas denominado HICAS mediante el cual, a partir de 80 kilómetros por hora, las ruedas traseras giraban en la misma dirección que las delanteras para mejorar el paso por curva.
En el año 1999, la quinta generación de Nissan GT-R, el R34 incluía una pantalla multifunción LCD de 5,8” en la parte superior de la consola que mostraba 7 apartados distintos de información acerca del motor y estadísticas del vehículo a tiempo real.
Los mejores deportivos japoneses: Nissan GT-R
Los mejores deportivos japoneses: Nissan 350z
La saga Z de Nissan cuenta con 7 generaciones y su producción comenzó en el año 1969 con dos nombres distintos, Fairlady Z para el mercado japonés y Datsun 240Z para el resto del mundo.
El Nissan 350Z fue el primer Z de la era moderna y llegó en el año 2003 con un diseño que poco tenía que ver con sus anteriores generaciones.
Esta versión contaba con una línea más redondeada y unos faros triangulares tanto en la parte frontal como en la trasera; además, contaba con el preparador NISMO para la creación de varias unidades con una estética mucho más deportiva y especial. Además, esta versión hereda el estilo JDM (Japanese Domestic Market).
Los mejores deportivos japoneses: Nissan 350Z
Los mejores deportivos japoneses: Toyota Celica
El Toyota Celica siempre ha sido uno de los deportivos japoneses que ha estado al alcance de todos. Nació en 1970 y fueron 7 las generaciones fabricadas hasta el año 2006 cuando cesó la producción debido al paulatino crecimiento del mercado de SUVs.
Se trata de un Coupe cuya fama aumentó con el mundial de Rallyes donde se alzó con cerca de 40 victorias. Tanto es así, que uno de sus pilotos más famosos, Carlos Sainz, tuvo una edición especial limitada a 5.000 unidades para todo el mundo con su nombre.
Los mejores deportivos japoneses: Toyota Celica
Los mejores deportivos japoneses: Toyota Supra
El Toyota Supra es un modelo mítico que nació en 1978 y usaba el chasis de un Toyota Celica. Cuenta con cinco generaciones, de las cuales la cuarta es la más conocida gracias a un diseño poco habitual con un alerón sobredimensionado, unos faros traseros muy característicos, un paragolpes delantero con aerodinámica activa y el famoso motor 2JZ.
Toyota abandonó el modelo Supra en 1998 hasta que, casi 20 años más tarde decidió volver a usar este nombre para su quinta generación.
Los mejores deportivos japoneses: Toyota Supra
Los mejores deportivos japoneses: Subaru Impreza
Si uno de estos deportivos japoneses destaca por su palmarés en el mundo de la competición, es sin duda el Subaru Impreza con cerca de 200 campeonatos de Rally ganados a lo largo de su historia.
Se trata de un deportivo japonés de 4 puertas y tracción a las cuatro ruedas con una variante más deportiva denominada STI, un Subaru con una mejora en la motorización y una estética más agresiva similar a la usada en los Rallyes.
Cuenta con 6 generaciones y, debido a la actual política de emisiones tan cambiante, Subaru acabó con la versión STI en el año 2018 con la cuarta generación.
Los mejores deportivos japoneses: Subaru Impreza
Los mejores deportivos japoneses: Honda NSX
El Honda NSX -mercado global- o Acura NSX -mercado estadounidense- es un deportivo japonés biplazade 1990 con un diseño atemporal que rompía con la estética tradicional. Se le denominó el “Ferrari Japonés” por hacer frente a esta marca con una tecnología y fiabilidad de la que la marca italiana carecía y a un precio muy inferior.
Además, la puesta a punto y el diseño interior estaba en manos del 3 veces campeón del mundo de Fórmula 1, Ayrton Senna.
La segunda generación del Honda NSX llegó en el año 2016 con una tecnología totalmente híbrida y cesó su producción en el 2022 con menos de 3.000 unidades vendidas.
Los mejores deportivos japoneses: Honda NSX
Los mejores deportivos japoneses: Mazda RX7
El Mazda RX7 es probablemente el modelo con la motorización más curiosa que ha creado Japón.
Su principal característica es ser uno de los pocos deportivos japoneses en contar con un motor rotativo. Este es un tipo de motor de combustión interna que carece de cilindros ya que cuenta con un rotorque hace un movimiento rotativo excéntrico para convertir la presión en movimiento giratorio.
Nació en 1978 y cesó su producción en el año 2002 con algo más de 800.000 unidades vendidas entre las tres generaciones.
Los mejores deportivos japoneses: Mazda RX-7
Nissan Silvia
El Nissan Silvia es uno de los coches deportivos más emblemáticos de la marca japonesa Nissan, conocido por su estilo, rendimiento y popularidad en la cultura de la automoción, especialmente en el mundo del tuning y las carreras callejeras. La historia del Silvia se remonta a los años 60, y ha pasado por varias generaciones, cada una con sus propias características y mejoras.
El primer Nissan Silvia, lanzado en 1964, llevaba el código de chasis CSP311 y fue un coupé deportivo de dos puertas con un diseño elegante y aerodinámico que estaba equipado con un motor de 1.6 litros y del cual sólo se produjeron 554 unidades hasta 1968, lo que lo convierte en un modelo raro y codiciado por los coleccionistas.
La segunda generación, conocida como S10, apareció en 1975 con un diseño más moderno y un enfoque en la eficiencia que le convertía en más accesible y práctico. Aunque no tuvo un gran impacto en el mercado global, estableció las bases para las futuras generaciones del Silvia.
Introducido en 1979, el S110 experimentó un cambio significativo en términos de diseño y tecnología. Con líneas más angulares y la opción de motores turboalimentados, el S110 comenzó a atraer a una nueva generación de entusiastas de los coches deportivos.
El Silvia S12, lanzado en 1983, es conocido por su participación en el mundo de las carreras y el rally con motores que iban desde un 1.8 litros turbo hasta un 3.0 litros V6, ofreciendo un rendimiento versátil y fácilmente modificable, ganándose un lugar en el corazón de los fanáticos del tuning.
El S13, lanzado en 1988, es probablemente la versión más famosa del Silvia gracias a su diseño elegante y características avanzadas para su época, como suspensión independiente y frenos de disco en las cuatro ruedas, convirtiéndose en un favorito tanto en la calle como en las pistas de drift. Equipado con motores como el CA18DET y el SR20DET, el S13 ofrecía un gran potencial para modificaciones, consolidando su estatus en la cultura automovilística.
En 1993, Nissan lanzó el S14, que presentaba un diseño más ancho y aerodinámico, así como mejoras en la suspensión y el rendimiento continuando el legado de su predecesor. El motor SR20DET se mantuvo como una opción popular, y el coche ganó popularidad en el mundo del drifting y las carreras.
La última generación, el S15, fue introducida en 1999 y llevó el diseño y el rendimiento del Silvia a nuevos niveles, con un motor SR20DET mejorado y una estética más agresiva que le convirtió en el pináculo de la serie Silvia, combinando tecnología moderna con el espíritu clásico de un coche deportivo.
Los mejores deportivos japoneses: Nissan Silvia
Mazda MX-5 (Miata)
El Mazda MX-5, conocido como Miata en algunos mercados, es uno de los deportivos japoneses más icónicos y exitosos de todos los tiempos. Lanzado en 1989, este descapotable ligero y asequible se convirtió rápidamente en un referente para los amantes de la conducción pura.
Inspirado en los roadsters británicos de los años 60, el MX-5 combina un diseño atractivo con un chasis ágil y motores eficientes. A lo largo de sus cuatro generaciones, Mazda ha mantenido la esencia del modelo, centrándose en ofrecer una experiencia de conducción divertida gracias a su tracción trasera y distribución de peso equilibrada al 50/50.
El MX-5 ha sido reconocido en múltiples ocasiones con premios internacionales, como el Coche del Año Mundial y el Coche del Año en Japón, y sigue siendo un ejemplo de cómo un coche deportivo no necesita enormes cifras de potencia para ser emocionante. Su ligereza y maniobrabilidad lo convierten en una opción perfecta tanto para el uso diario como para los entusiastas del automovilismo.
El Miata o MX-5 fue lanzado en 1989 y fue el más popular de la época.
Curiosidades de los deportivos japoneses
En la década de los 90 se creó el denominado “pacto de caballeros” por el cual los fabricantes no podían crear motores que sobrepasaran los 280 CV; y una velocidad máxima de 180 kilómetros por hora.
Es por ello que todos los modelos deportivos japoneses de esta década, tenían potencias inferiores a esta cifra y sus velocímetros sólo marcaban 180 kilómetros por hora de velocidad máxima.
Otra curiosidad de los deportivos japoneses es que la policía del país ha contado con cada uno de los modelos que hemos mencionados en este artículo en su parque móvil.